Arboricultura y Medioambiente

 

EL Árbol de Guernica

Gernikako Arbola

 

De Wikipedia, la enciclopedia libre

El Árbol de Guernica (en euskera, Gernikako Arbola o Gernikako Zuhaitza) es un roble situado delante de la Casa de Juntas en la localidad vizcaína de Guernika. Este árbol simboliza las libertades tradicionales de Vizcaya y los vizcaínos, y por extensión las de los vascos.

El Árbol y el Señorío de Vizcaya

El Señor de Vizcaya juraba respetar las libertades vizcaínas (los Fueros de Vizcaya) bajo este roble. Cuando el Señorío se integró en el Reino de Castilla, el título de Señor de Vizcaya pasó a transmitirse junto con el de Rey de Castilla, y posteriormente el de España.

Se conserva en la Casa de Juntas de Guernica un cuadro, obra del pintor del siglo XVII Francisco de Mendieta, que representa el momento en que Fernando el Católico juró bajo el árbol los Fueros de Vizcaya.

En la actualidad es el lugar en el que el moderno Lehendakari del País Vasco promete cumplir con su cargo.

Su imagen aparece en el escudo oficial del territorio histórico de Vizcaya.

Historia del Árbol

 

El Árbol Padre (siglo XIV-1742)

La tradición sitúa el siglo XIV como época de nacimiento del árbol más antiguo documentado, el llamado Árbol Padre [1] . Murió en 1742, siendo plantado en su lugar el llamado Árbol Viejo, cuyo tronco puede verse aún en el recinto de la Casa de Juntas de Guernica.

 

El Árbol Viejo (1742-1860)

En 1839 la Reina Regente María Cristina juró los Fueros en representación de la Reina Isabel II; ésta fue la última vez en que este rito tuvo lugar. Muere en 1860

  

El Árbol Hijo y sus sucesores

Su sustituto,  El 20 de abril de 2004 es declarado muerto, siendo sustituido por uno de sus retoños el 25 de febrero de 2005, que preside la Casa de Juntas de Guernica en la actualidad.

 

El Juramento

Los Lehendakaris realizan aquí el juramento de su cargo, por el valor simbólico del lugar. Las palabras que utilizan son las siguientes :

Jaungoikuaren aurrean apalik,
euzko-lur ganian zutunik,
asabearen gomutaz
Gernika'ko zuaizpian
nere aginduba ondo betetzia
zin dagit

 

Ante Dios humillado
en pie sobre la tierra vasca
en recuerdo de los antepasados
bajo el Árbol de Gernika
juro
desempeñar fielmente mi cargo


En la época moderna se añadió la frase "ante vosotros, representantes del pueblo", antes del "juro".

 

Gernikako Arbola

Gernikako arbola (trad. «El árbol de Guernica») es también el título de una canción (en forma de zortziko) escrita en Madrid por el bardo vasco José María Iparraguirre, música de Juan María Blas de Altuna y Mascarua, concertista de órgano y primer organista del órgano romántico Cavaille~Coll de la basílica de Lequeitio, en homenaje al árbol y los fueros vascos. La canción es un himno no oficial para los vascos.

 

Bájate el Himno  "Gernikako Arbola"

Letra de la canción

Gernikako Arbola
 

Gernikako arbola
da bedeinkatua
Euskaldunen artean
guztiz maitatua.
Eman ta zabal zazu
munduan frutua
adoratzen zaitugu
arbola santua
 

Mila urte inguru da
esaten dutela
Jainkoan jarri zuela
Gernikako arbola.
Zaude bada zutikan
orain da denbora
eroritzen bazera
arras galdu gera
 

Ez zera eroriko
arbola maitea
baldin portatzen bada
Bizkaiko Juntia.
Laurok hartuko degu
pakian bizi dedin
euskaldun jendia.
 

Betiko bizi dedin
Jaunari eskatzeko
jarri gaitezen danok
laister belauniko.
Eta bihotzetikan
eskatu ezkero
arbola biziko da
orain eta gero.

 

Arbola botatzia
dutena pentsatu
denak badakigu.
Ea bada jendia
denbora orain degu
erori gabetanik
eduki behar degu.
 

Beti egongo zera
uda berrikoa
lore aintzinetako
mantxa gabekoa.
Erruki zaite bada
bihotz gurekoa
denbora galdu gabe
emanik frutua.

Arbolak erantzun du
kontuz bizitzeko
eta bihotzetikan
Jaunari eskatzeko,
gerrarik nahi ez degu
pakea betiko,
gure lege zuzenak
hemen maitatzeko.
 

Erregutu diogun
Jaungoiko Jaunari
pakea emateko
orain eta beti.
Baita indarra ere
zerorren lurrari
Euskal Herriari.

El árbol de Guernica
 

El árbol de Guernica
es símbolo bendito
que ama todo vasco
con entrañable amor.
Árbol santo: propaga
tu fruto por el mundo
mientras te tributamos
ferviente admiración.
 

La tradición nos dice
que el árbol de Guernica
hace más de mil años
por Dios plantado fue.
Árbol santo: no caigas,
que sin tu dulce sombra,
completa, irremisible,
nuestra perdición es.
 

No caerás, ¡oh roble!,
si cumple sus deberes
Vizcaya. Un noble abrazo
sus hijos se han de dar.
Y así las cuatro hermanas
te prestarán su apoyo
para que el vasco
viva libre y en paz.
 

Para que nunca muera
el símbolo sagrado
doblemos la rodilla
e invoquemos a Dios.
Y el árbol sacrosanto
vivirá eternamente
siendo el himno de gloria
de nuestra redención.
 

En tiempos ya lejanos,
¡oh patria siempre amada!,
de tu suelo quisieron
el árbol arrancar.
Unámonos, hermanos,
y luchemos sin tregua
por defender el trono
de nuestra libertad.
 

Roble antiguo y sin mancha:
consérvate lozano,
con primavera eterna,
con eterno verdor.
Ten piedad de nosotros
y préstanos tu sombra,
pues te adoramos todos
con santa devoción.
 

El árbol nos responde:
"Vivid apercibidos
y que yo nunca muera
debéis siempre pedir".
No deseamos guerra,
que en paz con nuestras leyes
sabias, libres y amadas,
deseamos vivir.
 

Queremos, ante todo,
que con la paz fecunde
la tierra que sustenta
el árbol secular.
Su sombra bienhechora
derrame generoso
sobre el pueblo del euskera
libre, noble y audaz.